Inspirada en la novela homónima de Miguel Sáez Carral.
Ocho episodios. Adolescentes de 17 años. Madres, padres. Y desde el inicio de la serie un cartel, en la puerta de la escuela, que nos hace poner en duda a cada uno de los personajes “Cuidado. Ahí dentro se esconde un violador”.
Un cartel que denuncia una agresión sexual, pero una serie que nos sigue interrogando sobre esta temática en la adolescencia, en la escuela, pero también en casa. ¿Cómo abordar esta preocupación con nuestros adolescentes?
Fiesta. Sexo, drogas. Un binomio que habilita la desinhibición para la diversión, porque sin esto parece que no hay posibilidad de que un adolescente encaje en la demanda que su red social le reclama. Rituales que desafían la subjetividad tanto de los hijos como de sus padres.
En el personaje de Alma como en el de sus amigas, cada una de nuestras adolescentes pueden verse identificada. Los sentimientos se intensifican y su lucha por ser reconocidos los angustia. Un tiempo de la vida que no da tregua, donde las experiencias, las redes sociales y lo que el otro puede pensar, son los ejes que conducen la conducta de estos procesos de cambio.
Verónica y Pablo, los padres de Alma, pero también los de otros muchos adolescentes. Noches en vela, discusiones entre ellos, modelos de crianza que quedan obsoletos ante la vorágine con que el adolescente atraviesa el descubrimiento de su sexualidad, de sus límites, de sus deseos. Cuando parece que un buen día esa niña, ese niño, que era tan dulce… se pierde.
Hitzez Psikologia