«No tengo un diagnóstico, pero nado en la ansiedad. Vivo en el esfuerzo constante, lo que era una cosa provisional y que minimicé se ha convertido en una rutina, en trabajar sin parar asumiendo que tienes una niña al lado que antes más o menos se entretenía y que ahora está desatendida. Ahora mismo no tengo ninguna gratificación en mi vida». Lo dice María, de 37 años, que desde que se declaró el estado de alarma teletrabaja y cuida sola de su hija pequeña la mayor parte del día.*
Recortamos ese pequeño apartado de un articulo del periódico (eldiario.es), debido a que permite pensar en las consecuencias producto de la pandemia. Donde María claramente en su discurso declara «vivo en el esfuerzo constante». Detengámonos un momento en esta cita. María no solo esta pre-ocupada, sino que incluso debe estar ocupada. Más de una/o puede verse identificado en ese “esfuerzo constante” traducido por algunos padres también (que recibimos en consulta) como «estoy desbordado/a», «mi casa es un desorden» frente a la cantidad de actividades que se presentan en la cotidianidad.
El teletrabajo y la rutina del hogar se ven alterados, entrelazados de tal manera que cuesta determinar los límites. El hogar fue escenario de encuentros y desencuentros, de secretos y revelaciones, de momentos de felicidad mediados por la palabra y el juego, pero también lo fue de discusiones y contradicciones entre padres e hijos. La consecuencias de la pandemia, no discrimina ni genero ni edad, afectó psicologicamente a niños, adolescentes, tanto como a los adultos.
¿Qué es el síndrome del quemado*? ¿Qué lectura podemos hacer en función de los estragos subjetivos causados por esta pandemia y el teletrabajo en casa? Virus que además parece estar tan presente, que por momentos parece amenazar con volver a confinarnos.

«tipo de respuesta al estrés emocional que se hace crónico, cuyos rasgos principales son el agotamiento físico, emocional y psicológico. Quienes presentan este conjunto de síntomas, relatan un sentimiento de inadecuación, de imposibilidad frente a las exigencias en las tareas que se han de desarrollar, emergiendo una reducción del sentido de realización personal.«
El Síndrome del quemado (Burnout) comienza en algún punto desde el espacio laboral, es un tipo de respuesta al estrés emocional que se hace crónico, cuyos rasgos principales son el agotamiento físico, emocional y psicológico. Quienes presentan este conjunto de síntomas, relatan un sentimiento de inadecuación, de imposibilidad frente a las exigencias en las tareas que se han de desarrollar, emergiendo una reducción del sentido de realización personal. Una oleada que abruma al sujeto primero en su área laboral dirigiéndose luego, a su entorno más cercano. Contexto que se manifiesta, a su vez, en la palabra de los adolescentes cuando reclaman mayor intimidad y respeto por la privacidad de sus asuntos y/o conversaciones con sus pares, como lo niños que aburridos, demandan juegos participativos de la familia en general.
Sus consecuencias afectan y María lo revela muy bien, se refleja en todo su ámbito familiar como laboral. El desgaste emocional erosiona sus relaciones, siendo la ansiedad quien sojuzga su estado de ánimo complicando su día a día, no logra responder a las demandas sintiéndose sobrecargada, lo que antes era simple rutina hoy luego de la incertidumbre efecto de la pandemia son exigencias que implican un esfuerzo de más, un plus. ¿Como encauzar esa angustia que desborda?
Un detalle además importante del relato de María, es cuando dice “minimice”. Cuando restamos importancia a “algo” ese resto en algún lugar se aloja. Resto que luego retorna volviéndose una carga, un costo que María paga atrapada en las obligaciones de la rutina del hogar y las consecuencias de teletrabajar.
Quienes nos consultan muestran los estragos que está causando y causo el teletrabajo, la inasistencia de los niños al cole, la inseguridad en la estabilidad laboral, muchas mujeres y hombre se sintieron “quemados/as” a fuerza de exigencias, propias de una excepción sin precedentes, que cuestiona las ventajas y desventajas del teletrabajo. Y el retorno a una próxima normalidad los deja desbordados. Donde el sentimiento de culpa, los estados depresivos, y el decaimiento son los primeros síntomas que cobran escena, en los más pequeños de la casa, como hasta en los más grandes. ¿Como posicionarnos frente a la adversidad que nos demanda esta «nueva normalidad»?
* https://www.eldiario.es/sociedad/sindrome-quemada-consecuencias-psicologicas-pandemia_0_1034496811.html
Hitzez Psikologia.